Una nueva vida...

Hoy, justo ahora, empiezo una historia de amor conmigo misma.
Y no voy a mencionar lo vivido, porque ya pertenece al pasado y yo estoy pasando página.
Empezando un nuevo libro, con mi imagen en la portada, sin avergonzarme, sin inseguridades, sin complejos, esta soy yo. Y a quien tengo que gustarle no es nada más ni nada menos que a mi misma. Aprovecho de paso el comienzo de un nuevo año que me brinda nueva oportunidad para valorar lo que tengo, apreciar mi vida, lo que soy y luchar por todo lo que quiera conseguir en el futuro.

O muero o resurjo de las cenizas...

 Esto tiene que acabar.

Esta agonía. El querer morirme, el sentir no estoy haciendo nada con mi vida.
Es un puto bucle que siempre se repite. ¿Cuántas veces habré repetido estas mismas palabras?
Y nunca termina, e incluso parece que cada vez va a peor...
Pero no puedo más, llegue a mi límite. Lo desbordé.
No quiero ser una más. Quiero ser yo misma. Quiero esforzarme y vivir la vida que quiero vivir. Quiero quererme y adorarme. Quiero dejar de ser una niña chica, ser fuerte, admirable.
No depender de nadie sino de mi misma. Cuidarme solita, curar mis propias heridas. No llorar desconsolada porque sienta que no importe, dejar de pensar en esas mierdas. Dejar de creerme mis mentiras. Dejar de darle cuerda a todos esos pensamientos negativos que solo me consumen más y más. Yo importo. En el mundo, a mi misma y a cualquiera que me rodee. Soy alguien para cualquiera que haya cruzado alguna mirada conmigo o me haya dirigido la palabra. Tengo que dejar de hacerme pequeñita yo sola cuando soy muy grande. Dejar de sentirme insignificante cuando lo cierto es que soy especial.

No hay que perder la esperanza...

Nunca me he enamorado. Pero he estado cerca. He llegado a rozar con las yemas de mis dedos algo que supongo similar y por alguien que ni siquiera conocí en persona, que me prometía el cielo y luego me abandonaba. (Y creedme, así han sido muchos.) Sin embargo, lo que sentí con él no lo he sentido con nadie. Sin verle, ni oírle, ni olerle, ni tocarle, hacía erizar cada poro de mi piel, extendía una sonrisa plena en mi rostro que duraba horas y horas, encendía el brillo de mis ojos y sonrojaba mis mejillas... En definitiva, él hacía que todo lo que me rodease, incluida yo misma, fuera mejor. Y apenas llegue a conocerle bien, me consuelo pensando que quizás esa magia extraordinaria que lo envolvía todo quedase hecha añicos cuando nos conociéramos en persona. Aunque el príncipe azul acabara siendo un sapo cobarde solo el haber tenido la suerte de conocerlo me brinda esperanza en la vida, me hace creer que es posible, que hay gente ahí fuera que merece la pena, que no hay que rendirse nunca sino seguir luchando, seguir siendo una misma y cuando menos te lo esperes...PLAF. Algo lo cambiará todo a mejor...       

Vulnerable.

  A veces me siento como una auténtica niña pequeña. 

Exteriormente parezco una persona fuerte y fría debido a que siempre me lo guardo todo dentro (para después acabar explotando en privado donde nadie me vea). Pero hoy me he desmoronado en casa de mi tía y por una estupidez.
Mi hermano pequeño ha empezado a reírse de mí diciendo que tengo papada y bueno, no es la primera vez que lo hace y ya me jode. 
Detesto ser tan vulnerable. Así que me he levantado sin pensar, de repente quería salir de allí fuese como fuese, no soportaba la situación. Y todos han puesto cara de preocupados; que qué me pasaba, qué si estaba enfadada. Rápidamente he escapado en busca de mi chaqueta y mi tía me ha seguido. Me ha llevado al salón y he roto a llorar. Mientras estaba abrazada a su pecho ha empezado a decirme muchas cosas bonitas y a intentar animarme. Que tengo que aprender a quererme, que eso es lo más importante y que encima yo tengo motivos de peso porque valgo muchísimo. Sabe que es algo que no se consigue de la noche a la mañana pero poco a poco se sale, que es solo una mala racha...

Ya he tenido tres sesiones con la psicóloga y aún siento que no me comprende, ella lo ve todo muy flower power y yo todo deprimente. Sus consejos tienen lógica, algunos más razonables que otros, pero no es tan sencillo. Ella se piensa que he mejorado mucho y que las próximas sesiones van a ir ya dedicadas a analizar mi progreso. Y sí, en algunos aspectos he mejorado pero me queda aún un largo camino por delante...

El tema de mi autoestima es lo que más problema me está causando actualmente, eso y el sentirme sola. Entre semana estoy en la uni con la misma y única amiga y llega el finde y bajón total porque no tengo nada que hacer. Antes disfrutaba mucho con mis momentos de relax con el portátil en la cama pero ahora quiero más, quiero salir y pasármelo bien como cualquier chica de 20 años; siento que jamás seré tan joven como ahora y que estoy desperdiciando mi vida. Pero volvemos a lo mismo, apenas cuento con tres amigas íntimas, con un abanico tan cerrado normal que tenga una casi inexistente vida social.
¿De dónde sacó las amistades? ¿Las pinto? Joder no soy un ogro ni una antipática, simplemente soy tímida y he tenido mala suerte con mis anteriores amistades y ahora me siento perdida sin saber como solucionarlo. Y por último la apatía me destroza , tengo que buscar motivaciones, implicarme en el mundo, disfrutar de la vida y no estar tan asqueada con todo joder.

Por lo menos me siento un poco más esperanzada, más optimista y más orgullosa de mi misma, porque he tenido muchos bajones en mi vida pero aquí sigo y seguiré, levantándome de cada caída, más fuerte cada vez.

Hundida.

                     A 3 meses y 1 día de cumplir los 20.
                    Aquí estoy de nuevo, hundida en la mierda, al fondo del abismo, sin encontrar salida.
                    Mi último año ha sido horrible. Mi soledad, mi desesperación, mi vacío interno...me ha hecho engancharme, depender...al menos no hablo de droga. Sino de relaciones cibernéticas.
                    Lo pienso y "¿En serio?", cómo se puede ser tan sumamente patética, es la pregunta. Y no, no han sido un par sino muchísimas, demasiadas, podría daros una lista infinita de nombres.
¿Pero de qué serviría? No merecen ni que los nombre. Sólo me han hecho daño, no me han aportado nada, y ahí estaba yo cual perrito faldero, chupándoles el culo.
                    Me ha costado más de doce meses salir de este jodido bucle, cerrar la puta puerta. Porque todos se iban y todos acababan volviendo y yo cayendo de nuevo.
                    Y él, el más perfecto de todos volvió hace poco. Yo hecha añicos por todos los anteriores le perdoné, le dí una segunda oportunidad, un voto de confianza y entonces...se volvió a ir. Pero bueno...¿qué coño pretendía? Se veía venir a la legua...no sé como puedo estar tan ciega.
                    Y mírame  aquí estoy, muerta en vida. Todo me importa una mierda y carece de sentido para mi. Llevo una semana faltando a la uni y sin ganas de nada.
                    Me siento tan sola, la puta soledad me mata. No tengo apenas amigos, estoy encerrada siempre en casa y cada capullo que he conocido por internet me ha ido mermando más y más la autoestima que ya de por sí estaba por los suelos. Soy demasiado insegura, introvertida, ese ha sido el problema. Y ahora últimamente también siento que hay algo que no funciona bien en mi cabeza...Me he replanteado incluso el psicólogo pero eso me araña demasiado mi orgullo, tengo que salir de esto solita.
                    Soy guapa, de manera objetiva, desde fuera o eso dicen. Porque yo nunca me he sentido así.
Lista, divertida, tengo miles de atributos. Sé que valgo. Pero no me lo creo, no creo en mi y no hay nada peor que eso. Solo quiero ser una jodida chica normal. Quiero salir, reir, SER FELIZ. Y enamorarme.
Llevo persiguiendo tanto eso que por eso estoy como estoy. Lo he buscado donde no hay que buscarlo.
Estoy malgastando mi vida. Nunca seré tan joven como lo soy en este preciso instante y no hago nada para remediarlo.
                   Necesito motivaciones. Mantener la cabeza ocupada. Hacer algo con mi vida. Porque me siento demasiado perdida e inútil. Quiero MOLAR. "Sé la persona que quieras conocer".
                   También me siento completamente desvinculada de la sociedad al ser virgen. Las ganas que tengo de, no se pueden medir. Pero claro todo eso viene incluido en el cuento que espero, con el príncipe azul que no existe y que llevaba esperando toda mi vida. Así que ahora no sé que coño hacer. De momento he vuelto a escribir aquí, para desahogarme, palabras sin ton ni son, mal redactadas y que no aporten nada y aburran a más no poder, pero lo necesitaba.
                  Quiero volver a escribir. De manera bonita como lo hacía antes. Retomar la lectura. Tampoco sé como. He olvidado como expresarme, no tengo inspiración. De hecho me siento como si no supiese ya quién soy. Fue un proceso largo el de encontrarme a mi misma y parece que ahora me he vuelto a perder. Manda cojones.
                  ¿Cómo termino esto? Ah sí. QUE TE (os) JODAN.
                    

Pf.

Esas ganas de decirte a cada momento "toooonto".
De ver todas tus fotos, una y otra y otra vez.
Que seas mi último pensamiento al acostarme y lo primero que se me viene a la cabeza cuando abro los ojos.
La sonrisa de tonta que me pintas cada vez que me hablas.
Mi odio absurdo hacia la mala pécora de tu ex.
El querer bañarme en tus ojos de mar, y no solo cuando me muera de calor, sino a cada momento...
Todo eso me hace pensar que ya la estoy liando de nuevo...
No quiero sufrir de nuevo. No me fío.
No sé a donde me llevará esto, ni siquiera sé si a él le importo de verdad o si solo soy su juguete...
Intento ir con pies de plomo, poco a poco, pero es difícil cuando caminas por arenas movedizas.
Y es que por mas que intente tener la mente fría, mi corazón está caliente...

.

Estoy feliz.
Parece que le estoy pillando el truco a eso de vivir.
Me quiero.
¿Y cómo no hacerlo? Si lo tengo todo.
Ahora mi meta es mejorar.
Mejorar en todos los aspectos de mi vida y mejorar como persona.
Siempre aspirar a más.
Y de momento solo me apetece decir eso.
Y sonreír. Eso siempre.
Tú que estás leyendo esto, sonríe también.
Life is marvellous.
:)